Una historia de la lectura

Hermoso título ¿no? Pues Alberto Manguel nos deleita con algo acogedor y familiar, la historia de todos los que estamos aquí y allá en la pantalla, los de ahora y los de antes, los que vendrán después: Los lectores.
Sí, este es el libro de todos nosotros.

Resultado de imagen para una historia de la lecturaLo mejor de él es que  puedes sentirte a gusto, a pesar de la extensión. Es un tratado grandioso, un compendio inigualable de esa otra parte que compone el mundo de la literatura, el hermoso oficio de ser lector y de sentirse orgulloso de eso.

Manguel te habla de él, de su niñez y sus viajes continuos gracias al trabajo de su padre, de los incontables libros que tuvo en sus manos y de las obras universales con las que todos, alguna vez en la vida, hemos llegado a toparnos o, al menos, oído hablar de ellas. Y es que narra con esa fascinación culposa que solo puede venir de un lector, de uno entusiasta, de quien conoce el poder de una página escrita y la influencia que tiene en quien la recita. Como lo dice bien en su primer capitulo, La última página:
"El miedo de la gente a lo que un lector pueda hacer entre las páginas de un libro es semejante al temor eterno que tienen los hombres a lo que puedan hacer las mujeres en los lugares secretos de su cuerpo, a lo que las brujas o alquimistas puedan hacer en la oscuridad, detrás de puertas cerradas con llave."
Y nada más hay que ver su valor, contraponiéndose a la frase popular de "un libro no se juzga por su portada", observando las hermosas caratulas que se le han otorgado a través de diferentes editoriales, dándole un amplio y acogedor mensaje al futuro lector: No estás solo.

No solo te engancha por el tema, es también la forma en que esa misma literatura que admira Manguel se ve reflejada en su estilo de narración. Es una prosa muy delicada, con párrafos largos que nunca quieres que se acaben y con una documentación histórica fascinante, minando el terreno con un enriquecimiento cultural enorme. Pues, no solo se nos dará el placer de saber como fue la lectura de un libro en los 6000 años de historia desde la invención de la escritura, sino que además nos hablará del libro y de como evolucionó, de como una pequeña necesidad de contar cosas nos llevó hasta poderosísimo arte de la palabra que tiene la cualidad de hacer inmortal a quien la escribe y un necio sabio a quien la lee.


Y, para ser sinceros, las ilustraciones que acompañan todos los capítulos son sencillamente encantadoras. Cada dibujo, páginas de libro y pintura que se recoge en este libro no es más que una fracción representativa de la misma literatura a través del tiempo, como bien se ve en el inicio del primer capitulo; solo tenemos ente nosotros una pagina con nueve representantes de la comunidad internacional de lectores y, al pasar las siguientes páginas iremos viéndolos a todos, desde un joven Aristóteles leyendo un manuscrito hasta un pequeño niño pintado por Hans Toma leyendo en un claro a mitad del bosque, "dueño absoluto del tiempo y del espacio".

creo ciegamente que ahí viene llegando lo que es bueno, lo que sin lugar a dudas hará que te enamores. Toda esa prosa semi-diaria, peripecias personales enroladas con puntos y comas en la historia universal, contada magistralmente por un verdadero lector, va a ir siempre entrelazada con citas textuales de libros hermosos. Desde mitología hasta la ciencia, todas las áreas vienen cubiertas por estos pequeños trozos de sabiduría humana que él recopila e interna en su narración como si no hubiese una diferencia entre autores y todos, todos los libros del mundo, fuesen el mismo libro.

Debo decir que hasta el momento, y bajo la conjetura de la emoción desbordante, lo mejor que nos ofrece Manguel es la referencia bibliográfica tan especifica y los buenos títulos y autores que nos va recomendando, de forma sutil, a través de toda la lectura.

Es, sin duda alguna, un libro hermoso con una calidad impresionante.

"Pero, ¿quién será el amo? ¿El escritor o el lector?"
Denis Diderot

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